Un día de Navidad, era Nochebuena. Mientras dormía, tuve un sueño muy raro. ¡Podía atravesar las paredes!
La semana siguiente era Nochevieja. Entonces toqué la pared con la mano, y la mano, atravesó la pared. Me di cuenta que en el agua había como un líquido rosa que era mágico, y eso era lo que me hacía atravesar las paredes. No me lo creía. Pero me tuve que ir a dormir.
Al día siguiente, ya no podía atravesar las paredes. El líquido solo duraba un día y yo no me di cuenta hasta que me tuve que ir a dormir.
FIN
Elena Prieto Capilla. 3º B
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