Puedes
notarte triste
y
desolado, algo abandonado.
Pero
piensa en todo,
en
todo ese regalo,
que
tú mismo has abandonado.
No
te sientas mal,
piensa
en los demás,
personas
sin dinero,
sin
hogar que disfrutar.
Tienes
compañero,
compañero
de camino,
te
acompaña por la vida
como
un peregrino.
Piensa
en esa gente
que
no conoce al Mesías,
¿Tú,
les hablarías?
No
es nada fácil ser misionero,
imagínate
a ti,
corriendo
por el mundo entero.
Tienes
compañero,
compañero
de camino,
no
hay ningún animal como él,
¿
oso, perro o tal vez un felino?
Para
ayudar no hace falta viajar,
tienes
amigos, seres queridos
a
tu alrededor que te piden auxilio,
pero
nadie lo ha visto.
Tienes
compañero,
compañero
de camino,
él
mismo te ha encontrado,
es
Jesús, el Mesías, él te ha salvado.
Jorge Cabezas Grillo 6º A