Había
una vez cuatro niños llamados Jorge, Manuel, Antonio Miguel y Antonio. Ellos
estaban en la biblioteca donde Antonio Miguel dijo:
- Mirad, he encontrado una bola entre los libros.
De
repente en esa bola apareció una imagen de un hombre. Jorge se llevó la bola a
su casa.
A
media noche la bola se iluminó, entonces Jorge llamó a Manuel, Antonio Miguel y
Antonio. Cuando estaban todos reunidos, entonces una voz que salió de la bola
empezó a hablar:
- Os queda una hora para que se choque un satélite
contra la tierra y explote, sólo los podréis detener bajando la palanca que está
en el torreón de mi castillo, donde estoy yo.
Se
apagó la bola y todos se quedaron con cara de sorprendidos. De repente, por la
ventana entró un papel que Manuel cogió, dijo:
-
Es el mapa para llegar al castillo de
aquel hombre misterioso.
Así que anduvieron, anduvieron, anduvieron,
anduvieron, anduvieron y anduvieron por los lugares que decía el mapa, hasta
que Antonio dijo:
-Es el castillo del hombre misterioso.
Entraron en él, era un castillo sucio, antiguo y
bastante roto, subieron las escaleras hasta llegar al torreón del castillo. Allí
encontraron un mago y detrás de él había una palanca. El mago les tiró unos
rayos con su varita mágica, los niños los esquivaron, sin que el mago se diese
cuenta, Jorge fue y bajó la palanca, entonces el satélite desapareció. El mago
estaba distraído por lo sucedido, entonces Antonio Miguel le quitó la varita mágica
y la rompió, en ese instante el mago desapareció.
Ellos se fueron contentos y felices de haber sido
los héroes del mundo.
Jorge Cabezas Grillo