En
un pueblo, vivía un niño llamado Miguel. Un día, allí se abrió un portal de
otro planeta. Del portal entró un monstruo gigantesco, feo y horrible, lo
estaba destrozando todo. Miguel dijo:
-Este
monstruo tiene que tener una debilidad, pero ¿Cuál será? Miguel observó al monstruo un buen rato, tenía
que descubrir algo para detener este desastre. Miguel descubrió que al monstruo
le encantaba el queso, entonces tuvo una idea, cogió mucho queso, se puso
delante del monstruo y se lo enseñó, el monstruo corría rápido detrás de él,
Miguel mientras, iba dejando trocitos de queso hasta que
llegó al portal, allí tiró un trozo de queso y el monstruo entró en el portal y
nada más entrar el portal se cerró. Así se detuvo el desastre de aquel pueblo.
Jorge Cabezas Grillo
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