Algunos
monaguillos de Azuaga se apuntaron para hacer un viaje a Gredos
(Ávila), uno de ellos fui yo. No solo fueron monaguillos de Azuaga,
sino que fueron, además, de Valverde, Don Benito, Mérida, Los
Santos de Maimona y Badajoz. El viaje era del 28 de Diciembre hasta
el 31 de ese mismo mes.
Cuando
llegamos allí, después de un viaje de 6 horas y media
aproximadamente, fuimos a un albergue cerca de (Navacepeda de
Tormes).Los pueblos nos distribuimos en habitaciones, Azuaga, estuvo
en una habitación con otros dos pueblos.
En las
habitaciones había literas y armarios. Después de haber colocado
todas las cosas nos dividieron en grupos para realizar las distintas
tareas y por último cenamos y nos fuimos a la cama después de un
día tan agotador.
Al día
siguiente nos abrigamos bien, desayunamos y nos fuimos en el autobús
hacia la nieve. Allí nos tiramos con sacos y trineos, fue genial, no
hay palabras para expresar la diversión. Llegó la hora de volver al
albergue y nos dio mucha pena, o al menos es lo que yo sentí.
Estuvimos comiendo y cuando terminamos nos fuimos al pueblo
(Navacepeda de Tormes) a dar una misa, en la que estuvieron todos los
curas, después fuimos merendando de camino al albergue. Cuando
llegamos nos pusimos a jugar en la sala de juegos y luego a cenar.
Más tarde, en la sala de juegos proyectaron una película, cuando se
acabó nos fuimos a dormir después de un día tan divertido.
Cuando
nos despertaron a la mañana siguiente, desayunamos y nos fuimos a
Ávila, ese era el último día y teníamos que disfrutar al máximo.
Este año es el quinto centenario de Santa Teresa de Jesús y por eso
fuimos a ver su museo y la celda en la que había vivido, también
fuimos a una iglesia donde los curas dieron una misa, en esa
participé yo, leyendo una de las peticiones. Al terminar la misa nos
fuimos a ver un convento de monjas, donde nos enseñaron un magnífico
portal de Belén. Luego, nos fuimos al Santuario de Sonsoles, allí
rezamos un poquito. Tuvimos que volver después de un día de mucha
diversión, pero todavía no había acabado el campamento, al llegar
al albergue hicimos un concurso llamado “Tu si que vales”,
disfrutamos mucho haciendo ese concurso, pero al final nos tuvimos
que ir a la cama.
Al día
siguiente desayunamos, recogimos y nos subimos al autobús para
volver a casa después de un divertido y agotador viaje. Llegamos a
casa y así finalizó el viaje, lo único que nos faltaba era
contarles a nuestros padres lo que habíamos vivido en este viaje.
A mí me
pareció un viaje genial, divertido y en el que aprendimos muchas
cosas y sobre todo acercarnos más a nuestro amigo JESUS.
GRACIAS A
TODAS ESAS PERSONAS QUE HAN HECHO ESTO POSIBLE.
Jorge Cabezas Grillo 5º A