Había una vez un hombre que tenía una
granja, tenía dos animales simplemente: una oveja y un cerdo.
Un día el hombre se fue de viaje porque
le llamaban para trabajar en Estados Unidos. Se llevó a sus animales con él. Le
daba pena dejarlos allí solos, ya que eran su única famila, o eso consideraba
él. En Estados Unidos no había apenas animales. El hombre se compró una casa,
era enorme y metió a sus animales en una habitación que era muy grande.
El hombre trabajaba de noche y de día, a
todas horas. Los animales tenían mucha hambre porque el hombre se había
olvidado de ellos. El cerdo y la oveja hablaron, el cerdo dijo:
-Tengo
un plan, nos podemos escapar y no volveremos a pasar hambre.
-Me
parece bien. Dijo la oveja...
Entonces el cerdo y la oveja, tras andar
varios días por carretera, llegaron a casa de un hombre muy rico. Ese hombre
estaba buscando a una oveja y a un cerdo, entonces el hombre rico se quedó con
el cerdo y la oveja. El cerdo y la oveja fueron felices y no volvieron a pasar
más hambre.
Teresa Romero Ortiz 5ºC