Hace mucho tiempo una
gallina que era muy presumida quería tener pelo en la cabeza, entonces un día
la gallina fue a la tienda del perro a por una poción mágica. El perro le dijo
a la gallina que no tenía la poción para que le creciese el pelo, el perro le
dijo que pasara a por la poción por la tarde. El perro se puso manos a la obra,
a hacer la poción para su amiga la gallina. Llegó la tarde y la gallina fue a
por la poción del perro. La gallina se puso la poción y le creció el pelo.
Desde entonces las gallinas
llevan cresta.
TERESA ROMERO ORTIZ 5ºC
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