viernes, 29 de abril de 2022

LA CUEVA EXTRAÑA

Un día mis amigas y yo decidimos hacer una ruta senderista. Cuando íbamos caminando nos encontramos una cueva un poco extraña. Nosotros decidimos investigarla. En medio de la cueva nos encontramos una linterna ultravioleta, pero no sabíamos para que servía. Continuamos hasta ver un mensaje que decía: Tienes que adivinar esta contraseña para pasar a la siguiente prueba. A continuación debes coger la linterna y buscar la contraseña por toda la cueva. Nos resultó difícil encontrarla, pero al final la encontramos y la contraseña era……………


CONTINUARÁ

                                   Ana Castillo Gordillo 4º B

EL DÍA SALVAJE

Un día triste (por la lluvia) estábamos mi familia y yo jugando a un juego de mesa, cuando de repente vimos que era luna nueva. Mi padre dijo: 

-En luna nueva la familia hace una acampada. Entonces nosotros nos fuimos al patio a preparar la acampada. Cuando ya estaba todo preparado mi hermano dijo: 

-Aquí no se puede hacer una acampada por el ruido de la gente, pero al final la hicimos. Había una hoguera un poco extraña porque no era de leña si no de linternas. A mi hermano le dio un ataque, empezó a rugir y a correr por toda la ciudad. Mi padre y yo lo acorralamos, pero no fue suficiente porque mi padre me distrajo viendo el escaparate de la tienda (películas de anime y de terror). Mi hermano me cogió y me llevó a un parque donde me puse a rugir con él. Mientras tanto mi padre y mi madre estaban escondidos en un arbusto cuando de repente, ve que no está mi hermana, pero rápidamente se acordó de que se había ido con mi tía a dar una vuelta en moto. Mi hermano y yo nos fuimos a una exposición que había en el parque y destrozamos todo el escenario y nos subimos a un castillo que había. Mi padre intentó subir para detenernos mientras que le estábamos tirando cosas, pero al final lo consiguió. Después de mucho tiempo mi padre entro en razón que de vez en cuando a que rugir porque te sentará muy bien. Ese día fue el más salvaje de la historia, con este cuento aprendes que muchas veces llorar y sentir te calman en los peores momentos.


                                                                        FIN                                     

                                  Ana Castillo Gordillo 4º B