Érase una vez una niña llamada Sara. Sara vivía en el reino Esperanza. Ella siempre llevaba un vestido verde con pocos brillos. Lo que más le gustaba era hacerse trenzas de todo tipos en el pelo. Un día fue a la lavandería a lavar la ropa con su madre. Lavaron la ropa y volvieron al palacio. Ela que era su hermana le invito ha jugar pero ella no aceptó y se fue a jugar con sus muñecas. Les hizo trenzas y luego como ellas sabía hacerlas muy bien se hizo una en su pelo corto. Al día siguiente vio que las trenzas le crecieron y así constantemente cada vez que amanecía y entonces se dio cuenta que eran trenzas mágicas y con eso tubo que vivir toda su vida.
Naiara Prieto Rincón 5º B