lunes, 13 de abril de 2015

CONVIVENCIA EN EL SEMINARIO DE VILLAVICIOSA (PORTUGAL)



Los días 13 y 14 de Marzo los monaguillos de los pueblos de Azuaga, Llerena, Berlanga, Maguilla, Hornachos, Reina, Valencia del Ventoso, Calera de León, Los Santos de Maimona, Mérida, Badajoz y San Benito de Olivenza, fuimos a una convivencia al seminario de Villaviciosa (PORTUGAL). Salimos de Azuaga el día 13 a las tres y media de la tarde. Fue un viaje divertido en el que los curas jugaban con nosotros al veo veo, a contar chistes….etc. Llegamos a Villaviciosa por la tarde, aunque no me acuerdo muy bien de la hora. Al llegar, lo primero que hicimos es ir al Santuario de Nuestra Señora de La Concepción (patrona de Portugal). Allí todos los curas dieron una misa (yo leí una de las lecturas), en la misa estuvo el Rector del seminario de Badajoz, Don Francisco y el Rector del seminario de Portugal, Don Ricardo y los seminaristas. Al final de la misa mis amigos y yo fuimos a darle las gracias a Don Francisco por haber estado allí. Luego nos fuimos al seminario, nos paramos delante de la puerta mientras los curas pasaban para adelante y nos iban dando las habitaciones, yo me puse con José Rubén, Mario y Daniel (monaguillos de Azuaga). Nos encantaron las habitaciones, la nuestra era muy amplia, nos gustó tanto que lo primero que hicimos fue tirarnos en las camas.
Al rato, bajamos al comedor, aunque nos perdimos. Nos sentamos en la misma mesa con otros monaguillos de otros pueblos, allí nos comimos los bocadillos que nos hicieron nuestras madres.
Al terminar nos fuimos al patio en donde hicimos varios juegos en corro. En ese mismo corro se hicieron varios grupos, en cada uno de ellos había uno o dos curas. Con esos grupos realizamos diversos juegos como: el juego del pañuelo, coger galletas entre la harina, fútbol humano…etc.
Al final hicieron dos grupos de curas y jugaron al juego del pañuelo, mis compañeros de habitación y yo naturalmente animamos al equipo de Nacho (nuestro sacerdote de Azuaga).
En ese mismo momento que terminamos los juegos sonaron las campanas, eso quería decir que era el silencio de María, así que no podíamos hablar.
Antes de irnos a la habitación fuimos a la capilla a rezar un poquito. Cuando terminamos nos fuimos a la habitación, nos duchamos, nos pusimos el pijama y después de un largo día nos fuimos a la cama, yo estando en la cama recé un poquito más y al terminar me dormí.
Al día siguiente desayunamos en el comedor y cuando terminamos nos fuimos al salón de acto, donde los curas nos hablaron de las actividades que íbamos a hacer y de sorpresa entró el Obispo Coadjutor Celso y saludó a todos los curas y también nos habló un poquito.
Más tarde, fuimos a ver el Palacio Ducal, era un palacio grande y muy bonito, tenía hermosísimas habitaciones con muchos muebles y bonitas lámparas.
Cuando se terminó la visita al Palacio Ducal nos fuimos a jugar un partido de fútbol, en el que todos disfrutamos y reímos mucho, aunque mi equipo perdió lo importante era participar y disfrutar.
Al terminar nos fuimos al seminario, a nuestras habitaciones a cambiarnos de ropa para después comer. Sentimos pena de que el viaje estaba casi en su fin y que era poco tiempo pero nos teníamos que venir.
Después de comer los curas les dieron de regalo a los seminaristas un chupa-chups gigante y ellos se pusieron muy contentos. Unos minutos después ya estábamos subiéndonos en el autobús, nos sentamos y los seminaristas para despedirse nos fueron dando la mano uno a uno.
Reanudamos el viaje de vuelta a casa que fue bastante divertido porque los curas hicieron juegos. Cuando llegamos a casa todavía nos quedaba una misión a los monaguillos y era contarles a nuestros padres toda la aventura vivida en este viaje. 

   Jorge Cabezas Grillo 5º A 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Añade un comentario