jueves, 6 de febrero de 2020

EL VIRUS MORTAL



Erase una vez una clase del colegio Miramontes, concretamente, en la clase de 6ºC.
Ellos, el día 14 de noviembre tuvieron una charla donde es dieron a cada clase 3 tipos de hongos en su correspondiente funda.
Los tenían para que pudieran ver como iban creciendo y así fue.
Todos los días se acercaban y veían su evolución.
Un día, un curioso niño decidió quitarle el celo que tenían para que no se salieran y contaminara para poder abrirlos.
No notaron nada hasta los 2 dos días. A los dos días empezó a haber un olor muy fuerte y agrio en la clase pero no le dieron importancia ya que creyeron que sería algún pájaro que hubiera entrado y se murió dentro del aula y que por eso olía de esa forma.
Al tercer día Cristina se dio cuenta de que salía una especie de líquido de el interior de los botes de los hongos pero el profesor no le dio importancia, lo único que hizo fue, limpiar el líquido con una bayeta.
Un día, estaban tan tranquilos dando su clase de lengua, y de repente, uno de los botes tuvo una explosión, por lo que el profesor decidió evacuar la clase por si acaso.
Cuando los especialistas entraron, las primeras personas que lo hicieron fueron los bomberos con material especializado.
Empezaron a recoger pistas y se dieron cuenta de que la explosión la causó uno de los hongos.
Al salir uno de ellos empezó a marearse, se cayó al suelo, le faltaba el aire y los ojos se les pusieron blancos.
En ese momento llamaron lo más rápido que pudieron a una ambulancia.
Cuando vinieron, la ambulancia le dijo que había muerto por contaminación.
El médico que lo determinó, tuvo unos efectos un tanto peculiares pero a la vez un tanto raros.
Todo ocurrió porque tocó al muerto y le tomó el pulso, y por eso ocurrió esa reacción.
Metieron al médico en la ambulancia, y cuando llegaron al hospital y le pusieron una vacuna que uno de sus compañeros había estado inventando de forma inmediata por todo lo que estaba ocurriendo.
Resultó ser un éxito así que cogieron todas las vacunas posibles y fueron corriendo al colegio Miramontes a ponérselas a todos los alumnos,profesores y trabajadores del centro.
Cuando se reconstruyó el centro cogieron los hongos y los quemaron para que nadie los pudiera coger, y así fue como el centro Miramontes volvió a ser como antes.


FIN
NOAH PIZARRO SEGUÍ 6ºC

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