Había una vez cuatro
niños llamados Jorge, Manuel, Antonio Miguel y Antonio, que eran muy listos y
valientes y decidieron ir a la montaña. Era un lugar muy rocoso. Se llevaron
cámaras de fotos, todo era muy bonito y precioso. Entonces Manuel vio a lo
lejos una casa y dijo:
-Eh, ¿Habéis visto esa
casa?
-Es muy raro, vamos a
ver, dijo Jorge.
Una vez allí Antonio
Miguel abrió la puerta, y dijo Antonio:
-Es una casa muy grande
y vieja.
-¿Creéis que vivirá
alguien? dijo Antonio Miguel
-No creo, dijo Jorge.
Entonces decidieron
subir las escaleras de la casa, cuando llegaron a la última planta, el pomo de
la puerta no se abría, tenía una cerradura pero no la llave. Más tarde, Manuel
encontró algo, era la llave.
-¡Vamos, abre la
puerta¡ dijeron todos.
Abrió la puerta y
encontraron un esqueleto, no se asustaron, pero echaron una carrera que no
tardaron mucho en llegar a casa, y colorín colorado este viaje se ha terminado.
Jorge Cabezas Grillo
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