Sofía era una niña muy buena y a ella le daba miedo casi todo. Pero lo que le daba más miedo era quedarse en el campo a dormir. Un día sus padres le dijeron que iban a pasar un fin de semana en el campo con sus primos para pasar tiempo en familia. De pronto Sofía les explico a sus padres su miedo al campo, pero sus padres le dijeron que estuviera tranquila porque iba a estar con ellos. Sofía pensaba en llevarse muchos peluches, linternas y de todo porque tenía mucho miedo.
Era ya viernes y ella se lo contó todo a sus amigas pero no pasó nada, metió todo en su bolsa y se fue al coche con sus padres. Cuando ya iban a mitad del camino empezó a saltarle una o dos lágrimas y le dijo a su madre que no sabía si podría aguantar y la madre le respondió que estuviera tranquila. Cuando ya llegaron, se bajaron todos del coche pero Sofía no quería bajarse porque creía que se iba a encontrar cualquier animal, insecto…. que le podría hacer algo, o eso pensaba ella. Fueron al cortijo, Sofía no podía aguantar en el coche aburrida y sola, encima con el calor que hacía dentro, se bajó con los ojos tapados, entró al cortijo y sus padres le dijeron:
-¡Sofía, vamos a comer ya! vete lavándote las manos y cogiendo tu silla.
-¡Vale! (Dijo con voz muy asustada).
Fue a lavarse las manos y se encontró a una salamanquesa y gritó: ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
Sus padres fueron corriendo a ayudarla, era una salamanquesa y esperaron a que esta se fuera, terminando así de asearse para después comer. Durante la comida ella les contó cómo lo había pasado ese día en el colegio.
Llegó la tarde y los padres decidieron merendar, así que se merendaron una madalena y un cola cao cada uno. A Sofía parecía haberle cogido el gusto al campo.
Ya estaba más contenta pero aun así pensaba en la hora de tener que acostarse, cenaron, jugaron una partida de cartas, y dijo el padre ¡yo creo que es hora de irse a la cama! , mamá asintió con la cabeza. Todavía estaba pensando en el miedo, y se lo dijo a su padre, y este le contestó “el miedo era verde y se lo comió un burro “se durmieron a esperar el nuevo día, donde llegaría más gente entre ellos los primos de Sofía, así ella podrá jugar en compañía.
Al día siguiente, sábado, ya habían llegado sus primos y ella fue a jugar con ellos, pero como eran muy pequeños se tenían que dormir etc. Sofía se divirtió mucho. Se lo pasó tan bien que……… ¡el tiempo pasó muy deprisa!
MORALEJA:
Pasa cada minuto en buena compañía
FIN
Marina Monterrubio Mancera 4º B
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Añade un comentario