Un día tres niños llamados Jorge, Sergio y Leo, estaban mezclando muchas
cosas asquerosas. Cuando terminaron esa poción, sin querer se les cayó encima.
Cuando fueron a sus casas no vieron a nadie y era algo muy raro. Las casas de
los niños estaban totalmente vacías, más tarde se reunieron los niños y Jorge dijo:
-¿En vuestras casas había
alguien?
-No, respondieron Leo y Sergio.
-Es raro, a que sí.
-Tenemos que buscarlos, dijeron
todos.
En realidad ellos no veían a
los demás, ni los demás veían a ellos, así que, sus padres los buscaban
preocupados. Entonces pasó, que los niños notaron algo extraño. Más tarde, Leo
llegó a una conclusión.
-Es que nosotros no vemos a los
demás ni los demás a nosotros, por eso las cosas flotan, porque las tienen
cogidas.
-La solución es volver a hacer
la poción y echárnosla encima, respondió Sergio.
Los tres amigos hicieron la
poción y se la volvieron a echar, después lo que encontraron era a los padres bastante enfadados, se
llevaron una buena bronca, pero ya estaban felices de que estaban con su
familia.
Esos amigos vivieron una
aventura donde estuvieron solos y tristes pero también disfrutaron.
Jorge Cabezas Grillo 5º A
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