Un
día un hombre iba paseando por el campo y vio a un cerdo, el cerdo estaba
hambriento. Al hombre le dio pena y se lo llevó al cerdo a su casa. Entró a su
casa y le dijo a su mujer que si quería tener mascotas, la mujer dijo que
estaba bien, el hombre metió al cerdo en su casa, cuando la mujer vio al cerdo
se quedó sorprendida al ver aquel cerdo. Un día el hombre que estaba pegando
baldosines con una mezcla de agua y arena (barro), el cerdo estaba en la casa
que el hombre le había hecho. La mujer había salido de casa, fue a comprar y el
hombre se quedó con el cerdo, el hombre empezó a hablarle al cerdo de todos sus
problemas como si el cerdo fuese una persona. El hombre se fue y dejó al cerdo
solo en casa, el cerdo se las ingenió para salir de la jaula. El hombre había
dejado el barro por el suelo, el cerdo se empezó a revolcar sobre aquel barro.
Desde entonces a los cerdos les gusta el barro.
Teresa Romero Ortiz 5º C
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