lunes, 3 de diciembre de 2018

EL ASCENSOR DE LOS DESEOS


Había una vez un niño llamado Lucas, a él le gustaba mucho el espacio y soñaba con algún día viajar a la Luna. Un día, estaba en el ascensor camino a una expedición del espacio, él estaba pensando en la Luna, en los planetas, el Sol, etc.
Pero sobre todo en la Luna, era su gran pensamiento, siempre pensaba en ella, de pronto, se abrió la puerta del ascensor y….
¡Estaba en la Luna!
Se llevó la mejor sorpresa de su vida, siempre había soñado con ser astronauta y viajar a la Luna, y por fin lo estaba haciendo.
De pronto se escuchó un ruido, algo un poco raro, era como un…
-Bich, Buch, Bech.
Volvió a sonar, provenía de un cráter, de repente, salió un bicho verde.
¡Era un extraterrestre!
-Bich, bich, buch. – preguntó.
-Perdón, no hablo Marcianés. - dijo Lucas.
Mi nombre es E.T. - dijo el pequeño marciano.
-Hola, mi nombre es Lucas – dijo él.
- ¿ De dónde vienes ? - preguntó E.T.
- No sé – dijo Lucas – yo solo me monté en el ascensor y aparecí aquí.
- Ah, osea que has usado el ascensor de los deseos. - dijo E.T.
- ¿El ascensor de los deseos?
- Sí, es un ascensor en el que en el sitio en el que pienses, pues allí te llevará.
- ¡Qué chuli! - exclamó Lucas.
- ¡Vamos a usarlo!- dijo E.T.
- ¡ Vale, vamos a Egipto! - dijo Lucas.
A él también la gustaba la historia.
- ¡Vamos, vamos!
Se montaron en el ascensor, pensaron en Egipto y allí aparecieron.
Al abrirse la puerta vieron a muchos campesinos siendo maltratados por el faraón, cerraron la puerta lo más rápido posible.
Justamente al cerrarse la puerta sonó el reloj de Lucas.
- Me tengo que ir a casa – dijo Lucas.
-Oh, que pena, pero si no hay otro remedio….
-Adiós – dijo E.T.
- Adiós - se despidió Lucas.
Lucas pensó en su casa y allí apareció.
Al llegar a casa se lo contó a su madre y se fué a jugar.

FIN

Olivia Martín de la Vega Morillo. 5º C

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