jueves, 13 de diciembre de 2018

LA PRINCESA CON SONRISA MÁGICA


Erase una vez la hija de una familia real muy rica. A su edad de los siete años su madre falleció, y al año su padre se casó con otra mujer. Esa mujer llamada Ana no le caía bien a la hija del rey, porque además de que no le hacía caso a ella, solo estaba con el rey, entonces el tiempo se lo dedicaba el rey a su nueva mujer. Ella siempre vestía de negro, además de tener la cara más hortera del mundo. A la princesa no le hacían caso su padre y su madrastra, entonces para que no le pasara nada la protegían los guardaespaldas del rey.
Cuando cumplió los 15 años de edad decidió irse en la noche del castillo a casa de su mejor amiga, que vivía sola. Ellas ya lo tenían hablado, y como su padre la conocía muy bien sabía que, si se escapaba, en los sitios que miraría, y ese sería el primero, la casa de su amiga.
Entonces esa misma noche tramaron un plan. Hicieron la maleta con ropa, comida y una tienda de campaña. Decidieron irse al bosque que estaba detrás de la casa de su amiga. “El bosque oculto” como decían ellas, porque para llegar era muy lioso y solo sabían llegar ellas. Se fueron por la noche para que nadie las viera y cuando llegaron, lo acondicionaron todo para poder sobrevivir un par de semanas. Se pusieron entre dos árboles para colgar una tela y que hiciera de techo y debajo la tienda de campaña.
Al quinto día se quedaron sin comida porque les gustaba mucho comer. Decidieron ir al bosque para ver si conseguían algo de comida natural y así fue. Cogieron dos cestas de posibles cosas que se podían comer. En la hora de la cena la princesa se comió una especie de fruta que era morada con forma alargada. De repente cuando le pidió algo a su amiga y después sonrió, sin que la amiga quisiera, lo hacía, de forma involuntaria. Es decir, que cuando mandaba una orden y después sonreía esa orden se cumplía, entonces decidió volver un día al castillo para ordenarle a “la reina” que se fuera de nuevo a su casa y que la dejara sola con su padre, el rey. Después sonrió y la reina lo hizo. Se fue con mala cara, enfadada y chillando pero le dio igual. Al final se quedó a solas con su padre y para no dejar a su amiga sola le ofreció la propuesta de que se fuera a vivir al castillo con ella y aceptó
(Todos los sueños si te lo propones, se pueden cumplir)

FIN
Noah Pizarro Seguí 5ºC

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