lunes, 3 de diciembre de 2018

LA NOCHE DE HALLOWEEN


Era 31 de Octubre de 1998, yo estaba muy ilusionada, era el primer año que me disfrazaría de halloween con mis amigas.
Nos íbamos a v de Annabelle, y teníamos una idea muy buena, o eso creíamos. Saldríamos a pedir caramelos como siempre, pero a las 3:00 A.M. Iríamos camino al cementerio para llegar allí a las 3:33 A.M. y ponernos a jugar a la famosa OUIJA. Y así lo hicimos, al empezar a jugar escuchamos unos gritos que venían de entre las tumbas, en las partes más oscuras del cementerio se veía un resplandor muy luminoso.
Todas entramos en pánico pero no podíamos quitar el dedo del tablero, Laura propuso preguntar que si había alguien aquí, nosotras le dijimos que lo preguntase ella, pues teníamos demasiado miedo.
Laura se armó de valor y con mucha decisión preguntó:
-¿Hay alguien más aquí?
El puntero apuntó a la palabra: YES.
En ese momento se escuchó un grito más fuerte que todos los anteriores, todas pensábamos que habría sido un espíritu, pero no, fue Sara, una integrante de la pandilla Pitufina. Se había asustado tanto que no pudo contenerse y gritó.
En ese momento todas nos empezamos a cuestionar la credibilidad del juego.
Ángela, para asegurarse preguntó:
- ¿Tienes algo que decirnos a alguna de nosotras?
El puntero no se movió, fue así como nos dimos cuenta de que la Ouija es una gran mentira.
Y os estaréis preguntando, cómo fue que se movió antes el puntero hacia la palabra: YES.
Bueno pues hacía mucho aire y nosotras no sujetábamos el puntero fuerte, por lo que el aire lo movió.

FIN

Olivia Martín de la Vega Morillo 5º C

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