Era
1 de noviembre de 2019, y la pandilla The Mistery Club había quedado
en las Mercedes para dar una vuelta, de repente Miguel, que era el
único que estaba allí, esperando al resto de la pandilla, escuchó
a dos chicos hablar sobre una cripta que había en el castillo del
pueblo.
De
repente aparecieron por una parte Olivia y Paula, por otra parte
Clara y Lucía y por otra parte Guillermo.
-
¡Chicos, he escuchado a dos niños que iban para la plaza del Cristo hablar sobre una cripta o algo así que había en el Castillo! – dijo Miguel.
-
Si, nosotras también los hemos escuchado. – contestó Olivia.
-
¿Será verdad? – añadió Clara.
-
Solo hay una manera de averiguarlo. – le respondió Guillermo.
-
¿Estás insinuando que vayamos ahora, de noche, a investigar a fondo el castillo? – dijo Lucía con un tono asustadizo.
-
Es la única forma de averiguarlo – contestó Miguel.
-
Pues si esa es la única manera, ¿a qué estamos esperando? – dijo Paula muy decidida.
-
¡VAMOS! – contestaron el reto al unísono.
Y todos tomaron rumbo al
castillo, el miedo se les olvidó durante todo el camino hasta que
llegaron al principio de esas largas escaleras.
-
Bueno, vamos, yo voy delante capitaneando el equipo. – dijo Miguel.
-
Yo voy el último por si pasa algo ser el primero es escapar. – dijo Guillermo.
Es broma, yo soy vuestro
guarda espaldas. – explicó.
-
Yo voy la segunda – dijo Clara muy valiente.
-
Yo te acompaño yendo la tercera – le dijo Olivia.
-
Yo voy detrás de Olivia para ir en el medio, porque si pasa algo puedo huir por los dos lados, por delante o por detrás, y a parte, me siento más protegida. – dijo Paula.
-
Pues entonces a mi si o si me toca la penúltima – dijo Lucía.
-
JAJAJA – se rieron todos.
-
Bueno, es el momento de subir – dijo Miguel empezando a subir escalones.
Una vez arriba…
-
¿Habéis visto eso? – dijo Lucía.
-
Si – respondieron el resto de chicas.
-
Yo no he visto nada – dijo Miguel.
-
Ni yo – añadió – Guillermo.
-
Era una sombra como de un hombre, pero pasó demasiado rápido como para ver algo más – dijo Paula.
-
Podría ser cualquier persona, este no es un recinto privado ni nada por estilo – contesto Guillermo.
-
¿Quién estaría aquí a estas horas? – dijo Clara.
-
Nosotros estamos aquí – dijo Lucía.
-
A parte de nosotros – le contestó Clara.
-
En eso tiene razón – pensó Miguel en voz alta.
-
Bueno, dejemos eso a parte y busquemos la cripta – dijo Olivia.
Momentos después….
-
Encontré algo, es como un ataúd de piedra – dijo Clara.
-
Este ataúd lo conozco, es la tumba de las sobrinas del emperador Trajano, pero la historia cuenta que son dos y no son tumbas, si no recuerdos de mármol – dijo Olivia.
-
Pues debe ser de otra persona, pero ¿de quién? - dijo Paula.
-
Mañana es Los Difuntos, día de los muertos, podemos venir, a ver si el espíritu del difunto enterrado aquí nos da alguna pista sobre quién es – propuso Guillermo.
-
Vale, es una idea genial – le contestó Miguel.
-
Ya son las once menos cuarto y Clara, Olivia, Lucía y yo nos tenemos que ir – dijo Paula.
-
Vale, mañana quedamos a las 20:00, pero en las mercedes, nuestros padres no deben de enterarse de a dónde vamos. – dijo Lucía.
-
Que nadie se retrase o no nos dará tiempo a llegar al castillo para las 21:00, que es cuando los espíritus salen de sus tumbas. – les explicó Olivia.
-
Ok, mañana todos en las mercedes sin retraso – le respondieron el resto al unísono.
AL DÍA SIGUIENTE A LAS 20:00…
-
Vamos, que si no para cuando lleguemos el espíritu se habrá ido ya al centro del pueblo y no podremos hablar con él. – dijo Olivia.
UNA VEZ ARRIBA…..
-
Corred, que ya son las 20:59:50 – dijo Paula.
-
¡Espera! – gritó Clara al ver al espíritu marchándose.
-
Hemos visto la cripta en la que estás en terrado, y queremos saber quién eres – le dijo Lucía al espíritu.
-
Me alaga que os intereséis por mi, pero llego tarde al encuentro de espíritus de todos los años, lo siento. – les contestó el espíritu.
-
Por favor, no te vayas, contéstanos – le pidió Miguel.
-
Vale - contestó el espíritu.
Soy Viriato, un pastor
lusitano que luchaba contra los romanos. – dijo el espíritu.
-
¿Cuándo y cuál fue el motivo de tu muerte? – le preguntó Olivia.
-
Me traicionaron mis propios compañeros, me mataron organizados por los romanos, a cambio de una gran cantidad de dinero…. – les contó Viriato.
Siguieron hablando y se
hicieron muy amigos de Viriato, desde ese día todos los 2 de
noviembre a las 21:00 van a ver a Viriato a su cripta.
FIN
Olivia Martín de la Vega Morillo 6º C
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