viernes, 20 de septiembre de 2019

THE MISTERY CLUB Y EL MISTERIO DE LA CRIPTA DEL CASTILLO



Era 1 de noviembre de 2019, y la pandilla The Mistery Club había quedado en las Mercedes para dar una vuelta, de repente Miguel, que era el único que estaba allí, esperando al resto de la pandilla, escuchó a dos chicos hablar sobre una cripta que había en el castillo del pueblo.
De repente aparecieron por una parte Olivia y Paula, por otra parte Clara y Lucía y por otra parte Guillermo.
  • ¡Chicos, he escuchado a dos niños que iban para la plaza del Cristo hablar sobre una cripta o algo así que había en el Castillo! – dijo Miguel.
  • Si, nosotras también los hemos escuchado. – contestó Olivia.
  • ¿Será verdad? – añadió Clara.
  • Solo hay una manera de averiguarlo. – le respondió Guillermo.
  • ¿Estás insinuando que vayamos ahora, de noche, a investigar a fondo el castillo? – dijo Lucía con un tono asustadizo.
  • Es la única forma de averiguarlo – contestó Miguel.
  • Pues si esa es la única manera, ¿a qué estamos esperando? – dijo Paula muy decidida.
  • ¡VAMOS! – contestaron el reto al unísono.
Y todos tomaron rumbo al castillo, el miedo se les olvidó durante todo el camino hasta que llegaron al principio de esas largas escaleras.
  • Bueno, vamos, yo voy delante capitaneando el equipo. – dijo Miguel.
  • Yo voy el último por si pasa algo ser el primero es escapar. – dijo Guillermo.
Es broma, yo soy vuestro guarda espaldas. – explicó.
  • Yo voy la segunda – dijo Clara muy valiente.
  • Yo te acompaño yendo la tercera – le dijo Olivia.
  • Yo voy detrás de Olivia para ir en el medio, porque si pasa algo puedo huir por los dos lados, por delante o por detrás, y a parte, me siento más protegida. – dijo Paula.
  • Pues entonces a mi si o si me toca la penúltima – dijo Lucía.
  • JAJAJA – se rieron todos.
  • Bueno, es el momento de subir – dijo Miguel empezando a subir escalones.
Una vez arriba…
  • ¿Habéis visto eso? – dijo Lucía.
  • Si – respondieron el resto de chicas.
  • Yo no he visto nada – dijo Miguel.
  • Ni yo – añadió – Guillermo.
  • Era una sombra como de un hombre, pero pasó demasiado rápido como para ver algo más – dijo Paula.
  • Podría ser cualquier persona, este no es un recinto privado ni nada por estilo – contesto Guillermo.
  • ¿Quién estaría aquí a estas horas? – dijo Clara.
  • Nosotros estamos aquí – dijo Lucía.
  • A parte de nosotros – le contestó Clara.
  • En eso tiene razón – pensó Miguel en voz alta.
  • Bueno, dejemos eso a parte y busquemos la cripta – dijo Olivia.
Momentos después….
  • Encontré algo, es como un ataúd de piedra – dijo Clara.
  • Este ataúd lo conozco, es la tumba de las sobrinas del emperador Trajano, pero la historia cuenta que son dos y no son tumbas, si no recuerdos de mármol – dijo Olivia.
  • Pues debe ser de otra persona, pero ¿de quién? - dijo Paula.
  • Mañana es Los Difuntos, día de los muertos, podemos venir, a ver si el espíritu del difunto enterrado aquí nos da alguna pista sobre quién es – propuso Guillermo.
  • Vale, es una idea genial – le contestó Miguel.
  • Ya son las once menos cuarto y Clara, Olivia, Lucía y yo nos tenemos que ir – dijo Paula.
  • Vale, mañana quedamos a las 20:00, pero en las mercedes, nuestros padres no deben de enterarse de a dónde vamos. – dijo Lucía.
  • Que nadie se retrase o no nos dará tiempo a llegar al castillo para las 21:00, que es cuando los espíritus salen de sus tumbas. – les explicó Olivia.
  • Ok, mañana todos en las mercedes sin retraso – le respondieron el resto al unísono.


AL DÍA SIGUIENTE A LAS 20:00…


  • Vamos, que si no para cuando lleguemos el espíritu se habrá ido ya al centro del pueblo y no podremos hablar con él. – dijo Olivia.


UNA VEZ ARRIBA…..
  • Corred, que ya son las 20:59:50 – dijo Paula.
  • ¡Espera! – gritó Clara al ver al espíritu marchándose.
  • Hemos visto la cripta en la que estás en terrado, y queremos saber quién eres – le dijo Lucía al espíritu.
  • Me alaga que os intereséis por mi, pero llego tarde al encuentro de espíritus de todos los años, lo siento. – les contestó el espíritu.
  • Por favor, no te vayas, contéstanos – le pidió Miguel.
  • Vale - contestó el espíritu.
Soy Viriato, un pastor lusitano que luchaba contra los romanos. – dijo el espíritu.
  • ¿Cuándo y cuál fue el motivo de tu muerte? – le preguntó Olivia.
  • Me traicionaron mis propios compañeros, me mataron organizados por los romanos, a cambio de una gran cantidad de dinero…. – les contó Viriato.
Siguieron hablando y se hicieron muy amigos de Viriato, desde ese día todos los 2 de noviembre a las 21:00 van a ver a Viriato a su cripta.


FIN

Olivia Martín de la Vega Morillo 6º C



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