Una mañana me desperté con el sol en la cara. Cuando miré no estaba en mi cuarto ni tampoco en mi cama.
Empecé a llamar a mis padres pero nadie me contestaba. Me levanté y escalé hacia la luz. Cuando llegué arriba me lleve una sorpresa estaba dentro de mis zapatos y me había convertido en una niña muy pequeñita...
Entonces entró mi madre en la habitación y me puse a gritar pero no me oía. Después llego mi padre porque no me encontraban pero tampoco me oía.
Me puse a dar saltos para que me vieran pero tampoco, entonces me caí dentro del zapato. Cuando abrí los ojos vi a mi madre que me llamaba para ir al colegio, todo había sido una pesadilla.
FIN
Carlota Barragán Domínguez 3º B
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