Un día me desperté en un zapato. Oí ronquidos y dije:
-¿Dónde estoy? Y algo me aplastó, era un pie, olía fatal y no sabía como salir de ahí.
Casi me asfixio, pero como se cambió de zapatos. Salí de ahí. Y casi me pisa, porque no sé que pasó que parecía una muñeca, pero dije cien veces: ¡que esto pare, no quiero ser una muñeca!
El hechizo desapareció y dije:
-¡Por fin! El duende me dijo:
-¡Fuera de mi casa niña! Y yo le dije:
-Hola, no sé como he llegado hasta aquí. ¿No me irás a echar a la calle? Por mala suerte, era el duende gruñón y me echó a la calle. Luego vi a mis padres y encontramos a alguien para refugiarnos, porque había una gran tormenta.
FIN
Elena Prieto Capilla 3º B
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