miércoles, 6 de noviembre de 2013

EL NIÑO EMBRUJADO.

    Había una vez un niño muy guapo llamado Alejandro. Era pequeño con ojos claros y era muy bueno y un poco miedoso. Un día se fue a pasear por el bosque y se encontró con una vieja que en realidad era una bruja. Cuando Alejandro pasó por su lado la bruja le lanzó un hechizo y lo convirtió en ogro. Luego se volvió malo, muy feo, grande, con los ojos oscuros y muy valiente. Se fue a una cueva, se escondió y la gente que pasaba por allí se asustaban al verlo.    Pasados unos siete días el hechizo se deshizo, pero no sabía como volver. Estaba andando en círculos, hasta que se dio cuenta de donde estaba su casa y se fue. 

  Consuelo Gala Alfaro

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