Era se una vez tres niños muy valientes
que decidieron escalar la montaña más
alta y picuda. Para escalarla se llevaron botellas de oxígeno cuerdas y comida
y agua para los cuatro días que iban a estar en esa montaña.
Cuando estaban a mitad de camino estaban cansados y
decidieron descansar. Pasaron la primera noche en un hueco que encontraron.
Esa
noche era muy fría. Como ellos eran muy valientes aguantaron la noche sin problemas.
Al
día siguiente cogieron las mochilas y
siguieron el camino. Ese día subieron diez metros por la mañana cinco por el
mediodía y trece por la tarde. Esa noche comieron y se durmieron.
Al
día siguiente continuaron la escalada, estaban
cansados pero aguantaron y ya les quedaba poco les quedaba veintitrés
metros. Aquella noche durmieron muy bien. Y por fin el último día hicieron los
veintitrés metros que les faltaban y vivieron felices y comieron perdices.
José Rubén Barragán Sánchez
José Rubén Barragán Sánchez
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