Me desperté por la mañana y fui a ver a Tobi, me dijo: hola! Me quedé flipando. Se lo dije a mis padres y no me creyeron. Al día siguiente me dijo lo mismo y mis padres no me creyeron. Así durante varios días. Pero mis padres no me creían. Un día fueron mis padres los primeros en ver a Tobi. Al final se dieron cuenta de que no mentía. Era verdad que Tobi sabía decir:
- Hola!
FIN.
Ana Vizuete Durán 3º B
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