Erase una vez una adolescente
llamada Lucía.
Ella siempre estaba viendo
series de superpoderes y cosas así. También le gustaba investigar y
curiosear.
Ella se hacía sus propios
disfraces para entretenerse y hacer ese tipo de cosas.
Todos sus compañeros/as se
metián con ella par hacer eso.
Un día un hombre llamó a su
puerta y le dio una caja grande.
Cuando entró en su casa abrió
la caja y había un traje y una nota que decía:
“Usa este disfraz cuando
veas que alguien hace el mal.”
A partir de entonces siempre
llevaba el disfraz en su bolso y mochila.
Un día fue a pasear con su
madre y a hacer recados y vio a u hombre enmascarado y a una chica
gritando y corriendo detrás suya.
Lucía se dio cuenta de eso,
entonces, le pidió a su madre ir al baño. En realidad, fue a
cambiarse y ponerse el disfraz que le dio el hombre.
Ese disfraz permitía que
pudiera atravesar las paredes, además, llevaba unas esposas de
emergencia. Sin que su madre se diera cuenta atravesó la pared del
baño y empezó a perseguir al ladrón hasta que llegó a una calle
sin salida, con lo cual le arrinconó. Cuando le cogió, le puso las
esposas y se fue a la calle donde pasaba la gente. Cuando la gente
vio eso le dieron un aplauso. Entonces Lucía llamó a la policía y
le arrestaron.
Además de eso le dieron una
placa que significaba:
“ciudadana más servicial”
y ese traje quedó para el recuerdo.
COLORIN COLORADO ESTE CUENTO
SE HA ACABADO
Noah Pizarro Seguí 5C
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