Una
vez estaba viendo la tele muy tarde, el día siguiente había
colegio. Mi hermano ya llevaba más de una hora y media dormido. Mi
madre me decía:
- Vete a la cama, mañana te va a costar mucho levantarte. Te lo he dicho cuatro veces.
- Vaaaale - le respondí mientras iba andando hacia la habitación.
Al
día siguiente cuando me levanté desayuné y me vestí. Cuando fui a
lavarme la cara di un respingón hacia detrás.
- ¡Mamá no quiero ir al colegio! ¡Se reirán de mi! Mírame la nariz.
- No pasa nada hijo, nadie es perfecto.
Cuando
llegué al colegio todo el mundo se reía de mí, incluso mis amigos.
Cuando fui a Educación Física jugamos al baloncesto y me llevé un
gran golpe. En ese golpe se me cayó la nariz. Cuando llegué a mi
casa le eché una bronca a mi familia y les pedí explicaciones . Me
dijeron que era un escarmiento por no hacerles caso a la primera. Y
dije:
- ¿Cómo lo habéis hecho tan real?
- Lo buscamos en internet. Usamos papeles de periódicos, aquarelas resistentes al agua y un pegamento especial que
no
molestara – dijo mi madre.
MORALEJA:
hay que hacerle siempre caso a los mayores.
Francisco
Javier Sánchez Sánchez 6ºC.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Añade un comentario