Había
una vez una niña que se llamaba María. María iba todos los días
al bosque a ver los animales. Había uno que le encantaba y le puso
de nombre Rosa. Rosa era un pajarito de color azul.
María
vivía en una casita al lado del bosque con su madre Carolina. María
todos los días le preguntaba a su madre si podía ir a visitar a
Rosa. Ese día cuando llegó ¡no estaba! María fue a decírselo a
su madre e hicieron carteles y los pusieron por la aldea donde
vivían.
Mientras
los ponían encontraron a una niña llamada Lucía y le preguntaron:
¿sabes donde está este pajarito?-enseñándole el cartel.-No, dijo
la niña. Pero conozco a un hombre que recoge los pájaros perdidos.
¿Y
donde vive?-le preguntó.
Vive
en la calle Encina número 15-le dijo.
Y
María y su madre fueron hacia allí. Allí se encontraron un cartel
en el que ponía se RECOGEN PÁJAROS PERDIDOS.
María
miro por la ventana y ¡allí estaba! Entonces tocaron a la puerta y
les abrió un hombre con barba blanca.
El
hombre les preguntó. ¿Que queréis?
Venimos
a por un pajarito- Respondió María y su madre.
Entrad
-les dijo. ¿cual es?- preguntó el hombre.
Ese
, dijo María. ¿Me lo darías?
-
¿Porque? -Dijo el hombre. Porque necesita estar al aire libre – le
dijo.
-Vale
pues lo soltaré. Y lo soltó al aire libre.
-Gracias
dijo María.
Y
entonces se fueron a su casa.
Y
María lo pudo visitar otra vez.
¡FIN!
Ángela del Rey Gallego 4º B
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