Había
una vez un payaso que no sabía reír y además cuando salía en el
circo tampoco hacía reír a los niños que iban a verlo. El payaso
estaba muy triste.
Pero
un día cuando estaba medio dormido y pensando que hacer para no
estar triste y hacer reír a la gente a los demás, apareció su hada
madrina y le preguntó:
-¿Que
te pasa?
-Pues
que cuando salgo al circo y hago la función nadie se ríe. Mira no
se mueve ninguna parte de mi cara ni puedo levantar ni brazos ni
piernas, de lo triste que estoy.
-Bueno
esto se va a solucionar muy pronto.
Entonces
sacó su varita mágica,y dijo unas palabras:
-PATA
TÁÁÁ,PATA TÍÍÍ todo el mundo a reír.
-¿Ya
esta?-preguntó el payaso.
-Ya
esta, le contesto,en la próxima función lo veremos. Yo te
acompañaré.
¡FIN!
Ángela del Rey Gallego 4º B
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