jueves, 15 de noviembre de 2018

EL BAÚL MÁGICO


Había una vez dos hermanos llamados Alba y Mario, ellos estaban tristes porque habían traslado a su padre, que era maestro y tuvieron que mudarse a una ciudad nueva, tenían que dejar a sus amigos y hacer amigos nuevos.
Su nueva casa estaba en el centro, al lado del colegio donde trabajaba su padre, era muy grande y con muchas habitaciones. Al llegar a su nueva casa vieron todas las habitaciones y se las repartieron.
Alba cogió la del piso de arriba y Mario la de abajo. En la habitación de Alba había un baúl. Pensaron:
-¡Qué habrá, qué habrá¡ A mí me gustaría que hubiera un montón de figuras de acción – pensó Mario. Abrieron el baúl y encontraron un montón de figuritas de acción.
Cerraron el baúl y Alba pensó: Yo quiero que haya muchas muñecas, abrió el baúl y encontraron decenas de ellas.
Fue así como se dieron cuenta de que era un baúl mágico y que todo pensabas aparecía en él.
Pasados algunos minutos, se acordaron de que a día siguiente era el cumpleaños de su madre, María.
Estuvieron pensando cómo ir a comprarle un regalo sin que ella se enterara, después de un rato se acordaron de su baúl mágico y pensaron que podrían utilizarlo para conseguirle un regalo a su madre, recordaron que a ella le gusta mucho leer y decidieron pensar en el libro que se quedaba mirando en la biblioteca.
Mario pensó en el libro, abrió el baúl y lo cogió.
Al día siguiente, le dieron el libro a su madre. Mario y Alba estuvieron de acuerdo en que ese baúl podía ser más útil en un orfanato que habían visto en la entrada de la ciudad. Se lo dijeron a sus padres y juntos lo llevaron allí.


                Olivia Martín de la Vega Morillo 5º C

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