Había
un perro que mordía a cuantos se encontraba por lo que su amo le
puso una campanilla en el cuello para avisar de su peligrosidad. El
perro se fue a presumir de su campanilla ante los otros perros, pero
estos le dijeron: - No deberías presumir, todos sabemos que no te
pusieron la campanilla por tus virtudes, sino por tu maldad.
MORALEJA
DIME
DE LO QUE PRESUMES
Y
TE DIRÉ DE LO QUE CARECES.
Cristina Esquinas Carrizosa 5º C
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Añade un comentario