lunes, 6 de mayo de 2019

AVENTURA EN LA PLAYA



Erase una vez un grupo de niñas que se llamaban:Cristina, Eva, Claudia, Pilar, Jara y Noah.
Ellas eran muy amigas y vivían muchas aventuras.
Un día Olivia prepuso ir a la playa una semana y todas accedieron. Irían a una playa de Málaga, concretamente a una de Fuengirola.
Quedaron todas juntas para hacer una lista de las cosas que necesitarían y repartirse las cosas que llevar para que lo llevara una y no todas. Cuando acabaron cogieron sus maletas y empezaron a meter las cosas.
Llegó el día y todas estaban muy nerviosas.
Fueron a la estación de autobús de Azuaga y el mismo autobús las dejó en el hotel de Fuengirola. El hotel estaba en primera fila con vistas mar.
Llegaron a las 8:00pm con lo cual ya era tarde para ir a bañarse en la playa. Colocaron las maletas y Cristina propuso de ir a pasear y mojarse los pies antes de irse a dormir.
Cuando llegaron a un bar llamado brisa a primera vista se dieron cuenta de que habían unas escaleras que llegaban a un sótano pero se dieron cuenta de que ya eran las 10 de la noche y ya era tarde entonces volvieron al hotel.
Se pasaron toda la noche hablando de que habría allí.
Al día siguiente a las 8 de la mañana fueron para allá porque a esa hora no había mucha gente.
Cuando entraron Jara recordó una historia que le había contado su madre.
Trataba de un lugar donde trataban con personas con enfermedades mentales que hacían locuras y podrían hacer daño a alguien.
También le dijo que en ese momento estaba abandonado. Además le contó un caso de una mujer que estaba allí, llamada Virtudes.
Le dijo que esa mujer debido a su enfermedad mental hizo una cosa un tanto fuerte.
*(Si te molestan las cosas fuertes no leas lo siguiente)
Se arrancó los ojos.
Sí, como lo oís, se arrancó los ojos.
Aún así decidieron entrar para investigar.
Llevaban un equipo especial que habían ido a comprar.
Mascarillas de oxígeno. Guantes, botas...Era un lugar muy grande y frio.
Dentro no sabían donde estaban porque todos los pasillos eran iguales.
Empezaron a andar y mirar las habitaciones para ver si había algo raro, pero no encontraron nada.
Siguieron andando hasta que llegaron a la habitación número 114.
En esa habitación habían muchos graffitis que ponían el nombre de Virtudes y también ponía que pagarían por lo habían hecho.
Miraron por todas partes e incluso en una mesilla que había en la habitación.
*Información sobre la habitación: Era muy pequeña, asfixiante, la cama pequeña, fría y las paredes blancas.
En la mesilla de noche encontraron un bote.
¿Qué sería? Se preguntaron las chicas.
En ese momento nadie se atrevía a abrirlo pero Claudia se hizo la valiente y lo abrió.
-¡Aaahhhhh!- Exclamó Claudia.
Soltó el bote sin pensárselo y cuando cayó al suelo salieron unos ojos reales ensangrentados.
Cuando entraron se encontraron un gran salón que ahí habían dejado un micrófono por si pasaba algún ruido luego analizarlo en la habitación del hotel.
Al ver eso de los ojos salieron corriendo, pero no se olvidaron de el micrófono.
Cuando llegaron al hotel se ducharon y se pusieron el pijama para relajarse y olvidar un poco todo lo que había pasado.
Escucharon el audio del micrófono. No se escuchó nada raro hasta que llegó el minuto 14:02. En ese momento Eva la informática se dio cuenta de que ese ruido solo se podía producir de una sola forma.
Alguien se tenía que haber acercado y tocar el micrófono.
A partir de ese sonido se dieron cuenta de que alguien vivía en el lugar donde habían ido a visitar pero no se habían dado cuenta.
Decidieron volver para encontrar al inquilino pero sabéis que
CONTINUARÁ...

Noah Pizarro Seguí 5º C

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