lunes, 6 de mayo de 2019

MISTERIO EN EL MERCADO



Erase una vez un grupo de amigos que casi todas las tardes se veían en una plaza que estaba en su pueblo.
La plaza se llamaba “la plaza de las Mercedes”.
Se veía el grupo grande los viernes y se quedaban hasta tarde.
Cerca de la plaza habían unas escaleras que cuando las bajabas llegabas a un antiguo mercado que ya no vendía ni funcionaba.
Un viernes fueron a la plaza y había un niño que para ir a la plaza tenía que pasar por las escaleras del mercado. Le daba un poco de miedo porque era de noche, no pasaba gente y no había iluminación.
Todo el rato iba mirando para atrás por si venía alguien salir corriendo. En una de las veces que miró para atrás se dio cuenta de que en un borde de una de las puertas del mercado había un libro abierto que le dio mal rollo. Inmediatamente cuando vio eso salió corriendo hacia la plaza porque ya estaba cerca.
Cuando llegó se lo dijo a todos sus amigos e inmediatamente los niños cogieron sus bicicletas y las niñas cogieron sus bolsos y salieron a correr hacia donde estaba el libro para investigar un poco de que se trataba el libro y si habría alguna otra pista.
Cuando estaban ya cerca del libro tuvieron que pasar por un bar que vieron muy sospechoso.
Habían hombres que estaban bebiendo mucho alcohol y el bar estaba lleno de humo y por culpa de eso no pudieron ver nada más así que no le dieron mas importancia y por fin se dirigieron hacia el libro. El libro estaba un poco alto pero entre los niños hicieron una pirámide y consiguieron cogerlo.
Cuando lo cogieron debido a que las fuerzas ya les fallaban cayeron y no pudieron leer bien de que era el libro.
En ese momento salió un hombre que brillaba mucho y que no se le veía la cara. Se aterrorizaron y salieron corriendo.
Se fueron a la plaza a hablar de lo ocurrido, de hecho se fueron ahí porque había iluminación y pasaba un poco más de gente.
El niño que se había situado arriba del todo de la pirámide llamado Alejandro, más conocido por su mote “aguilucho” pudo leer algo del libro y según él decía que era una biblia. Algunas personas se habían quedado en la plaza porque les daba miedo pero nada más que le dijeron que se habían encontrado una biblia y un hombre sospechoso no se resistieron y fueron todos juntos a ver lo que estaba pasando.
Volvieron a hacer la pirámide y pudieron coger el libro que no era una biblia, realmente era un libro de rezos de semana Santa.
Continuaron por un callejón oscuro y llegaron a otra puerta del mercado. Esa puerta era mas iluminada y si ocurría algo tenían espacio para salir corriendo. Un niño cuyo apellido era Souza empezó a leer el libro de Semana santa frente a la puerta del mercado.
En ese momento escucharon muchos golpes y voces dentro del mercado.
En ese momento salieron corriendo de nuevo a la plaza y allí empezaron a hablar de que eso era imposible porque ese mercado llevaba cerrado años.
Así ocurrió un par de veces más hasta que un niño llamado Álvaro confesó que el libro se lo había encontrado por la calle y decidió ponerlo ahí para inventar una historia de miedo. También confesó que los golpes y gritos los ocasionó el desde la otra puerta del mercado.
FIN

Noah Pizarro Seguí 5º C

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Añade un comentario