Había una vez una niña
llamada Lucía, ella era muy aventurera, y siempre se iba de
aventuras, en sus ratos libres siempre se iba a un bosque que había
al lado de su casa, y en el que tenía una casa en un árbol, ella
daba vueltas por todo el bosque, y estaba en su casita, pero nunca se
estaba quieta.
Un día, el 27 de enero del
2018, ella fue a su casita como siempre, siempre estaba al rededor de
dos horas en su casa del árbol, pero ese día era algo extraño,
pasaron horas y horas y la niña no volvía a casa, su madre se
empezó a preocupar porque Lucía no llegaba a casa, y es que la
habían secuestrado, ella vio a un hombre un tanto extraño, nunca
estaba allí, y era muy raro que así por así apareciera allí, en
el bosque, Lucía tenía un mal presentimiento, y como ella pensaba
de repente el hombre se acercó a ella y le dijo:
- Hola guapa, ¿qué estás
haciendo aquí, tan sola, en medio del frío y sombrío bosque?
- Vengo aquí todos los días
a jugar, mi casa está muy cerca, si guardas silencio se escucha el
televisor del salón, por lo que también se escucha en mi casa
cualquier cosa que pase aquí – le explicó la niña.
Lucía no era tonta, y
claramente le estaba advirtiendo al hombre que no hiciera nada
extraño o avisaría a su familia.
- No, no te preocupes, no te
haré daño, solo me he acercado a ti para preguntarte la dirección
a la plaza de La Reina, he venido de visita al pueblo y he oído que
es un gran tesoro de la cultura románica – disimuló el hombre.
- Bueno, pues en ese caso, lo
único que tienes que hacer es subir esa calle, (y señaló la calle
paralela a la suya), después torcer en el cruce a la izquierda y
seguir andando recto hasta llegar a la plaza. - le explicó.
- Vale, gracias – le
contestó el hombre.
Él siguió las indicaciones
de Lucía y tomó el camino indicado, Lucía se quedó más tranquila
y sintiéndose victoriosa de sus maniobras.
Pero lo que ella no sabía era
que el hombre había fingido tomar el camino que Lucía le indicó,
pero no, dio media vuelta a la calle y volvió a donde estaba Lucía,
Cuando ella estaba distraída le puso una gasa con Cloroformo en la
cara y ella se quedó dormida.
Después la metió en una
furgoneta negra parecida a una ambulancia y se la llevó lejos de
aquel lugar, desapareciendo con la niña.
En menos de 24h se dio la voz
de alarma de que Lucía Márquez había desaparecido…
LA HISTORIA CONTINÚA…….
Olivia Martín de la Vega Morillo
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